«LO MILLOR DEL MÓN» (el síndrome de Estocolmo)

lo millor del món en un Ferrari

Un día del año pasado, entré en el instituto en donde trabajo, en Bruselas, tan contento con mi corbata y me encuentro a todos los demás profesores mirando, atónitos, una noticia en la pantalla del ordenador de la secretaria. Nada más cerrarse la puerta tras de mí, todos levantan la mirada y se me quedan mirando, como si pensaran… “ahí está, el español, que alguien disimule…”
Me acerco a ellos, les saludo uno a uno, y alguien, no recuerdo quién, no pudo evitar preguntarme pensando que, como valenciano, debía tener una respuesta que aclarara sus dudas:

-¿Has visto la noticia? (me preguntan)

-No – Respondo yo

No recuerdo cuál de todas las tristes y vergonzantes noticias sobre mi país que he tenido que intentar explicarles fue esta vez, sólo recuerdo que tenía que ver con el caso Gürtel en la comunidad valenciana.

– ¿Cómo es posible que sigáis votando a los mismos en vuestra ciudad? –me preguntaron sin rodeos. Todos atendían, estaban realmente interesados en conocer la respuesta ¡Todos!
No lo entendían. No podían entender por qué, después de 17 años de gobiernos llenos de oscuridades, de corrupción descarada y de tomarnos por retrasados, seguíamos votando a los mismos. Les parecía algo parecido a la reelección repetitiva de Berlusconi en Italia.
¿Os podéis creer? No supe qué responder. El caso es que eso mismo me preguntaba yo. Yo tampoco lo entendía.

Y eso que no sabían que, en ese mismo momento, en nuestra “Comunitat” nos autobombeábamos diciéndonos que si esto o lo otro era lo “millor del món” (lo mejor del mundo). Que las fallas era la fiesta más popular del mundo, que si la copa América nos hacía centro deportivo del planeta, que si nuestra ciudad de las ciencias era la mejor de Europa. ¡Què bonica està València!  También nos decían que éramos la “mejor comunidad del mundo” (aunque nunca entendí qué significaba eso) ¡Y la sociedad, se lo creía!
Bien, como muchos ya sabíamos antes, todo esto era mentira. Ni las fallas son muy conocidas (más lo es la tomatina de largo), ni a casi nadie le importó la copa América, de la ciudad de las ciencias no saben ni qué es,  y de Valencia solo “saben que está en el sur de España» (ni siquiera están en lo cierto) y que una vez tuvimos un equipo de fútbol en la «Champions League». Pero nuestro ego infinito mezclado con la más absoluta ignorancia, no nos deja abrir los ojos ante la evidencia de que, en realidad,  fuera de nuestras fronteras valencianas, no somos más que el hazme reír de España.

No tengo ya ningún interés en tratar con delicadeza aquellos que no piensen igual, no me interesa no ofender a nadie, el que se ofenda, lo siento. Lo que me interesa es preguntar a mi ciudad: Valencianos, ¿En qué narices estáis pensando? ¿Es que somos tontos? Porque en el resto de España y de Europa nos toman como tales.
¿Cómo es posible que tras la última (“El cierre de la RTVV” (que trataré por separado)) siga habiendo casi  un 40% de valencianos que reelegirán a este gobierno? ¡Volverían a ganar! ¡Otra vez! ¿A qué se debe? ¿Síndrome de Estocolmo? ¿Cuándo vais a despertar? ¿Cuándo vais a permitir que los exiliados dejemos de sentirnos avergonzados por aquello absurdo que pasa en nuestra tierra que nadie más entiende? ¿Cuándo nos vamos a quitar esta casposa capa de corrupción, prepotencia, irresponsabilidad, manipulación, inmunidad… y vamos a descubrir la Valencia real que hemos dejado al fondo de todo esto?. Han echado a perder el banco de Valencia, la CAM, Bancaixa, RTVV, el barrio del Cabanyal, la escuela pública, han politizado C9, han politizado las fallas de valencia (esto me duele especialmente) han arruinado las costas de media Comunidad Valenciana…  Y a cambio de esto nos han ofrecido una ciudad de las ciencias mal hecha, arruinada y en venta, un pelotazo  en forma de Terra Mítica también en quiebra, una ciutat de la llum cerrada, un aeropuerto cerrado y sin aviones,  la educación en manos de la iglesia, un barrio del Cabanyal arruinado, el recuerdo de la visita de un papa rodeada de corrupción, el accidente de metro más grave de la historia de Europa con 43 muertes, un 20% del grupo mayoritario en las cortes (el popular PP) imputados por corrupción, el museo de historia natural cerrado, el Ágora  vacío y sin pagar…

¡Votad a otros! A quienes queráis, pero, seamos autocríticos por una vez en la vida y castigad en las próximas elecciones (esperemos que sean rápido) al PPCV que nos ha llevado a la ruina y que desde hace muchos años, algunos teníamos claro a dónde nos iban a llevar.

¡No somos lo millor del món, nunca lo hemos sido y a mí nunca me ha hecho falta serlo!

DAMONRO